Compartimos
la luna una vez por semana,
poemas dictados por tu voz,
cien
melodías, tu cama,
mi
insomnio y nuestras soledades.
Hoy
caminamos por senderos distintos pero al encontrarnos, la chispa se convierte
en incendio, nos quema, sofoca, no se extingue pero evitamos que se propague.
Un
"No" rompe con nuestra combustión, y después el silencio...
Un escalofrío que se transmite a través de nuestras miradas,
cómplices del deseo de dejar otra vez huella el uno en el otro, de estos
momentos tan íntimos, tan nuestros.
Pero acertados en dejar en pausa esa historia sin final, sin
promesas de tiempo, sin ataduras, sin temor. Llena de todo y nada, sin
testigos, tan sólo parte de nosotros.
Sin olvido, contigo y sin ti.
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