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jueves, 20 de octubre de 2011

Eres, me eres, quiero ser, te quiero...





 Eres en mis pensamientos más puntual que las horas en el reloj, más aun que las lágrimas en mis ojos.

Me eres intangible, exacto, preciso, intolerable, puntual en mi corazón, insustituible en mi deseo, definitivo en mi esperanza; el primero, el último, el único; amor de hoy en invariable presente, lleno de ayer y de mañana.





Dueño de mis ojos, único sitio para mis besos, piel para todas mis caricias, alma para todos mis sueños, última morada de mi amor viajero...

Quiero ser en ti, sin división posible, como eres en mí, indivisible.



 
Quiero ser tu verdad, nuestra verdad. Que nos sepamos uno del otro, a través de todo, más allá de todas las circunstancias, de todos los accidentes. En esencia, uno del otro, tuya y mío, sin tiempos, sin distancias...



Quiero ser eso que deseas, eso que ya no desearás, tu presencia en ti mismo, yo, lo nuestro, lo tuyo y lo mío, lo de los dos, sin diferencia, mutuo, estricto.




Quiero… Te quiero, te amo escúchalo también cuando no lo pronuncie. En mi corazón no hay cansancio. Lo digo toda yo, aun no pensando en ti. Lo digo con todas las voces, lo grito con todos los silencios.

jueves, 1 de septiembre de 2011

De amor, zapatos y otras adicciones...

Este post nació al escuchar  la  letra de una canción de Santiago Cruz llamada “En tus zapatos”  la cual se las dejo en mi playlist para su deleite e incluyo su letra a continuación:

Hoy que te duele el corazón,
Hoy que te quedas sin motor,
Hoy que la pena no te deja seguir,
Hoy que te ves a la deriva,
Y que te pesa el estar viva… 
No vengas porque así me sentí.

Hoy que él te deja a la mitad,
Hoy que te incumple las promesas,
Hoy que despiertas sin saber donde estas.
Hoy que destruyen tu confianza
Y sientes que nada te alcanza… No vengas porque así me sentí

Por si no te acuerdas
Yo estuve en tus zapatos
Fuiste mi verdugo y la culpable de que hoy me alivie tu fracaso

Hoy que te arde el alma
Y te cuesta cada paso
No vengas a pedirme que te abrace
Y que recoja los pedazos
No vengas porque así me sentí

Hoy que se salen de tu vida
Hoy que te avisa la caída
No vengas porque así me sentí

Así…
Cuando dijiste que te ibas
Ya ves es así, la vida sola se equilibra

No puedo mentir
Me sabe bien tu pesadilla…


Y que bien sabe cuando los papeles se invierten, pero bueno mi motivo para escribir no es la venganza, ni el deleite de poder presenciar el “karma”, si no la analogía que llega a mi mente: “El amor como los zapatos” y no lo digo por las pisoteadas, no no no no,  nada de eso, creo que todos o al menos la mayoría de las personas estamos consientes de que  una de las mayores adicciones del género femenino después de la ropa son los zapatos, perdición económica por así decirle, pero ¿cual es otra de nuestras debilidades? ¡Sí! Ya pasó por tu mente,  el AMOR, no hay de otra, crecemos con la idea de que llegará nuestro príncipe con la zapatilla de cristal y seremos felices por siempre U__u  cosa que a lo largo de la historia hemos comprobado que es muy poco probable que suceda tal cual.


Pero a poco no es muy común que vas al centro comercial, volteas a un aparador y allí están unos zapatos que con solo verlos te enloquecieron, entras,  los checas y ¡sí! Son lindísimos, los pides en tu número, te los pruebas y definitivamente no te sientes cómoda con ellos ¡pero se ven preciosos! Por lo tanto te vale esa sensación, te gustaron así que  los llevas contigo, y claro en cuanto sales “luciéndolos” te lastiman, pero todo mundo te recuerda lo maravillosos que se ven y reafirman tu idea así que no importa, seguirás con ellos hasta que te quedes sin poder caminar un rato o  en todo caso hasta que tu instinto masoquista se apague.



Están esas otras ocasiones en las que encuentras unos zapatos preciosos, te los pruebas y te quedan si no súper cómodos de menos no te lastiman pero ¡ups! Son carísimos, no puedes tenerlos, así que empiezas a restringirte en gastos,  trabajas horas extras. Los quieres, te encantaron y ¡los vas a tener!  Así que sigues intentándolo hasta que lo consigues, ¡los tienes contigo!  Sales con ellos y ¡zaz! Ya no te gustan tanto, realmente ya no los ves tan bonitos como en el aparador, invertiste esfuerzo, tiempo y demás pero realmente no valían todo lo que hiciste o si lo valían pero tú ya no puedes ver ese valor.... No eran para ti.




Y por último están esos zapatos que te hacen sentir que caminas en el cielo,  no son tan estéticos, quizás hasta se vean desteñidos,  de tanto que adoras tenerlos contigo hasta se notan desgastados pero el confort que te ofrecen es incomparable, los adoras, los quieres por y para siempre, ¡Que no se acaben!  Todo mundo te dice que ya los dejes, que los tires, que ya no sirven,  pero te acompañan en todas tus aventuras, son tus cómplices y no te lastiman. No te da miedo de dar cada paso, pues parece que se hicieron para caminar a la medida de tu pie y su alcance.  El valor no fue lo que invertiste en  ellos, sino lo que te hacen sentir...




Entonces ¿El amor como los zapatos?



¿Caminamos juntos?

martes, 14 de junio de 2011

¡Ni santas, ni putas... Sólo mujeres!


Un tema que ha circulado mucho por la web, TV y demás canales de información es la llamada "La marcha de las putas", nombre bastante controversial, y lo suficientemente atractivo para llamar la atención de muchas personas. A mi muy humilde punto de vista apoyo totalmente la causa, muchos conocidos comentan que es otro "llamado de atención o estrategia política" pero sea cual fuere el motivo, el objetivo que persiguen es muy válido. Esta marcha surgió a raíz de que un "Jefe policial" expresa públicamente  la hermosa idea de >>si las mujeres no quieren ser víctimas de violencia "no deben vestirse como putas". Sin duda maravillosa mentalidad ¬¬ lo peor es que personas como él demasiados…


Al igual que esta otra idea de “Dime cómo te vistes y te diré quién eres y cómo debes ser tratada”. El argumento es tan sencillo como insultante.

El eslogan central de esta campaña “Cuando una mujer dice NO, significa que NO”. El objetivo principalmente perseguido de la marcha es exigir respeto y protección de parte de los violadores, y también decirle a la sociedad y al gobierno que no se puede ya seguir culpando a las mujeres porque supuestamente parecen putas. ¡Como si ser trabajadora sexual fuera una razón  para ser agredida sexualmente! Hay un hecho incontrovertible: los agresores sexuales deben aprender a controlarse. 

He escuchado una y mil veces “Es que con la manera en que se visten no pueden esperar otra cosa” ¿Qué? ¿Pues en qué mundo vivo? ¿Cómo puede haber personas que piensen que si uso una falda corta o un escote voy gritando por la calle que quiero ser abusada sexualmente, que me encanta el acoso, que quiero me discriminen en el trabajo, que pueden humillarme y faltar el respeto como se les antoje?  No señores y me refiero al género masculino por que de ellos he escuchado o leído tales falacias.

Y digo falacias por que se basan en la ropa para estigmatizar a las mujeres, pero y qué me dicen de aquellas que visten de manera discreta, que no son tan agraciadas físicamente, y que aun así han sido violadas, golpeadas, acosadas en su centro de trabajo, manoseadas en la calle o transportes públicos. Si aun sin vestir o andar de manera provocativa sufren las mismas situaciones que una mujer que si lo haga entonces ¿Son las mujeres el problema real? ¿En verdad si es la solución el que se prohíba usar minifaldas y escotes?

El estigma genera mucha vulnerabilidad social y, además, es absolutamente discriminatorio. Si el comercio sexual ocurre entre una persona  que vende y otra que compra, ¿por qué sólo se estigmatiza a quien vende y no a quien compra? ¿Por qué solo insultan a la mujer como prostituta? Y aunque no se dedique al comercio sexual, ¿Qué les da derecho a llamar “puta” a una mujer que ha tenido más de una pareja sexual?

De acuerdo con diversos organismos civiles, la violencia de género ha aumentado en los últimos años en México hasta en un 30 % y, según sus cifras, un promedio de 1,200 mujeres cada año son atendidas anualmente por sufrir algún tipo de violencia al interior de su hogar o en el empleo.

Cifras oficiales en México indican que durante el periodo 1999-2005 perdieron la vida más de 6,000 niñas y mujeres por violencia de género. (Vía CNN)

Y a eso me refiero en que no es la ropa la causante de todo esto, en verdad el género masculino no puede escudarse en la frase “mira como viste, ella lo provocó” esas ideas retrógradas son incluso las que impiden que se haga justicia en estos casos de abuso.

Otros distinguidos caballeros dicen que es un instinto,  propio del género masculino, el voltear a ver o piropear a una mujer;  y que el tono del piropo o mirada depende del extracto social y cultura. Quizás eso pueda llegar a entenderlo tal cual. Pero estamos de acuerdo en que estas situaciones no perjudican en nada, quizás con algún piropo obsceno nos causan molestia pero ¡No pasa nada! El problema es cuando cruzan la línea del respeto y se excusan en ideas bastante absurdas y culpan a la mujer.

En otras palabras no se trata de que volteen a mirar, pero precisamente las ideas tan ancladas que tienen los hombres no les permite ver más allá de su conveniencia, no es que nos volteen a ver, es que demasiadas mujeres a diario sufren discriminación laboral, agresiones sexuales, manoseos, no solo por como visten, sino solo por el hecho de ser atractivas y muchas otras ni siquiera por tener un buen físico ni por vestir de manera provocativa, simplemente porque un “hombre”  se le antojó sexualmente o estaba drogado o en estado alcohólico, el hecho de la vestimenta es un simple pretexto mas que se inventa el género masculino para cometer ciertos actos; y esa defensa de "las mujeres lo provocan" no es válida por donde se le vea. Esa idea de llamar ZORRA o PROSTITUTA o PIRUJA a una mujer por el solo hecho de vestirse sexy es tan denigrante… y aun así aunque con su actitud lo demostrará eso no quiere decir que un hombre al cual ella "no elija" tiene el DERECHO de faltarle el respeto, humillarla o abusar de ella. Es como decir que los niños “provocan” a los pederastas, los homosexuales a los homofóbicos, etc.

 En verdad cuando entenderán que no importa la vestimenta que se use, ni el físico, nada justifica la violencia sexual, dichas agresiones son responsabilidad de quienes las llevan a cabo y no de las víctimas.  La frase “Tu Derecho termina donde comienza el Mío” ¿No les dice nada?


Para terminar con este post solo me queda comentar a quienes me brinden un poco de su tiempo en leerme que no importa la vestimenta, el lugar, ni la compañía; nada justifica la imposición de relaciones sexuales o el acoso sexual. Las mujeres no provocan Violencia ni la agresión por el sólo hecho de ser responsables y libres al ejercer su personalidad, ideas y principios. Y quizás esta marcha tenga un fin político y seguramente será una lucha ardua durante muchos años más, pero no es imposible de lograr.  Y mientras más seamos lo que coincidamos en este punto de vista, quizás logremos hacer eco en la sociedad.

¡Cuando una mujer dice No, significa no!






 Link de la marcha efectuada en México.







jueves, 3 de marzo de 2011

De comienzos y partidas...


Incondicionalmente estarás en mi como involuntariamente todos los caminos que me llevan hacia ti, comienzan... Nunca acaban. 

Decidiste irte, alejarte...Lo sabía, sentí que lo hacías y además no fui por ti. Por eso tu ausencia es y duele el doble.

¿Pero qué hago con tú recuerdo cuando desapareces? ¿En dónde lo dejo? ¿Qué le digo cuando insiste en la noche en que no está tú voz? 
Es tu silencio como de noche, ese que de tan profundo ensordece, ese imposible de ignorar. 

Tengo todo por delante, menos a ti. Yo llevo tus secretos en mi boca y llevo mi boca a tus secretos.

Hoy pides todo a la vez, yo te pido llévame lejos.... hasta donde no sepas cómo volver.

miércoles, 2 de marzo de 2011

De vacíos y ausencias...


El hueco que deja tu ausencia, el frío que invade todo el cuarto al marcharte, todo tan lleno de ti, tan vacío de tu presencia, tan falto de tu brillo y  tan espacioso... _Tan sólo para mi.

El corazón late lento, la piel arde, mis labios se resecan, mis manos tiemblan, te claman, te buscan, te necesitan.

Hoy fue un día gris, volví a mi realidad... Sin ti.


Las lágrimas inundaron mis ojos, resbalaron a  la almohada, no pude evitar tanta nostalgia al voltear la mirada y no encontrarte a mi lado, al ver que tu cuerpo no me rodeaba, que tus besos no me despertaban, que tu sonrisa no era mi amanecer.


Hoy, sin ti.... Me siento, no, espera... No me siento, no me encuentro.